No se va un año de vacaciones, pero la echaré de menos como tal, aunque se fuese 3 meses, 2 semana o 1 día, acabaría echandola de menos, es inevitable. ¿Es posible? Si, todo es posible en esta vida, o al menos, eso dicen. Lo sabes cuando conoces a ese alguien que convierte tus días malos en buenos, que no se enfada cuando no te entiende, porque lo más probable es que no te entiendas ni tú misma. Que no de por echo que siempre vas a estar allí, pero que tampoco lo dude. Que no te compre con regalos, pero que tenga mil detalles. Alguien que nada más verte y sin cruzar una palabra, sepa que te pasa algo. Alguien que conozca tu pánico a las serpientes, alguien que sepa que amas a un Santo, que te gustaría ser una sirena y cuál será el nombre de tu próxima tortuga. Alguien que te recuerde que lo difícil se hace y lo imposible se intenta. Y sobre todo, alguien que no tenga que perderte para darse cuenta de que había encontrado contigo una amistad tan grande como la vuestra.
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