Un antes y un después.

Cuando llevas la mayor parte de tu vida dedicandote a algo, cuando pones dedicación, pasión y empeño en ello, sueñas con alcanzar todos los objetivos posibles. Ahora renuncias a uno de ellos, a un sueño, renuncias a los Juegos Olímpicos de Londres. Pero ante la tristeza que esto genera en ti, estás siendo justo, y eso entre otras cosas es lo que te hace ser una gran persona. Has realizado un largo camino de esfuerzo para poder marcar un antes y un después con nuestra selección, llevandola a lo más alto, que ahora es correcto que la categoría inferior, con su gran trabajo tengan la oportunidad de estar en Londres.