Y por fin, por fin me di cuenta de lo tonta que he sido todo este tiempo. Pensando que la culpa de todo era mía. Que fui yo quien lo estropeó.. Que quizás pensaste que era de otra forma, porque yo te lo habia dado a ver. ¡Pero no! Yo no soy la que ha hecho las cosas mal. Tampoco quiero decir que yo no cometa errores, pero todo el mundo lo hace.
Primero vienes con tu bonita sonrisa y tu pasotismo absoluto y haces que con total seguridad confie en ti y a cambio yo te brindo mi confianza. No tenía mucho en cuenta tus arrepios, tus bromas, esas bromas que se clavan como puñales en el corazón, el que te conoce, sabe que eres así. Pero todos tenemos un límite. Acabastes con mi paciencia definitivamente. Estas demostrando que me utilizastes todo este tiempo, no te importó lo que yo sentía. Te sentastes en mi corazón y ni siquiera preguntates si dolía. Me cansé de tus mentiras, de tus bromas, de tus juegos, me cansé se ser yo la que siempre pierde. Pero quizás esta es la mejor forma de que pase, por lo que me da igual, tu decidistes jugar y quién juega con fuego acaba quemandose.
Algún día, te volverás débil como yo ahora mismo. Y te darás cuenta de que ninguna se iguala a mi en tu corazón.
Pero para entonces, yo volveré a ser la fuerte.
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